miércoles, 19 de febrero de 2014

He encontrado otra bicicleta en una casa en la que entré ayer. Ademas es una bicicleta con cuadro de chica y tiene una cesta en la parte frontal. Esta tarde se la llevaré a Ana, espero que le guste mi regalo.

Creo que debería hablarle a Ana de Patricia y explicarle porqué la tengo escondida y atada en el garaje de mi abuela.


martes, 18 de febrero de 2014

Ayer fuimos Ana y yo hasta el abandonado centro de Salud del pueblo, desgraciadamente no hallamos muchas cosas, aunque Ana llenó una bolsa de deporte que llevaba consigo. El botín aunque abultaba bastante no fue muy preciado. Jeringuillas, unas vías, un par de botes de suero, tres cajas de guantes, dos cajas de mascarillas y unos tubos de pomada.

Ana me dio una de las cajas de mascarillas a mi y me dijo que cuando saliera de casa debería de llevar siempre una puesta.

Todo ha ido bastante bien hasta que un par de muertos andantes han interrumpido nuestra aventura y hemos huido al oírlos corriendo hasta casa de Ana.



lunes, 17 de febrero de 2014

He vuelto esta mañana a casa de Ana , esta vez si estaba. Ella al igual que hago yo tiene por costumbre saquear las casas de los vecinos en busca de comida, agua, ropa y requisa cualquier objeto que pueda parecerle conveniente.

Hemos estado hablando sobre la enfermedad que ha asolado nuestra civilización. Me ha explicado muchas cosas aunque algunas de ellas no las he acabado de entender del todo. Por lo visto existen varias maneras de contagiarse, y aunque el virus es aéreo, lo cual significa que se propaga como una gripe o un constipado normal, hay personas que son inmunes a este efecto y sólo pueden desarrollar la enfermedad mediante contacto directo.

Esta tarde hemos quedado para ir juntos hasta el centro de Salud y revisar más concienzudamente las existencias y objetos sanitarios del centro. Ana me ha dicho que en el pueblo había una farmacia, pero que ahora está vacía, pues los soldados de la plataforma donde ambos estábamos se habían encargado de vaciarla un par de semanas antes.


domingo, 16 de febrero de 2014

He ido hoy ya tres veces hasta la casa de Ana pero no hay nadie. Está cerrado.

También he vuelto al garaje de mi abuela donde está Patricia, sigue igual, parece no afectarle en absoluto la no ingesta de alimentos. Me gustaría hablarle a Ana de Patricia pero no se si será una buena idea.


sábado, 15 de febrero de 2014

¡No estoy solo! he encontrado una superviviente, bueno de hecho ella me ha encontrado a mi. Paseaba con la bici por el pueblo cuando una voz ha llamado mi atención desde una ventana de un edificio de dos plantas.

Se llama Ana, tiene cuarenta y un años y es doctora. Hemos estado hablando durante un par de horas. Resulta que ella también estuvo en la misma plataforma que yo, pero cuando todo se fue a pique decidió volver a su casa.

Es bastante simpática, aunque no me ha querido contar nada de su familia. Por su expresión yo diría que algo muy malo ha pasado con ella.

También me ha pedido que no pase con la bici por delante de su casa, ya que por lo visto atraigo la atención de demasiados monstruos.


viernes, 14 de febrero de 2014

Ayer en una de las casas en las que entré, encontré una bicicleta mountain bike. La verdad es que me ha hecho mucha ilusión y me permite desplazarme de un lugar a otro con mucha más velocidad.

Me estuve dando una vuelta por el pueblo y la verdad es que fue muy gratificante además he localizado un pequeño supermercado, cuya puerta he visto que habían forzado así que se puede entrar dentro.

No he querido parar y entrar porqué cerca había dos de esos seres que, por cierto, se han quedado atónitos cuando me han visto pasar a toda velocidad con la bici.


jueves, 13 de febrero de 2014

Ayer estuve saqueando, sí, creo que esa es la palabra correcta: saquear, las casas de los vecinos, bueno, por lo menos aquellas a las que pude entrar, hay alguna que aún no he conseguido acceder. Creo que estoy haciendo un buen trabajo. Han sido ya siete casas en las que he entrado. Bueno, aunque en realidad debería de decir seis y la de la sorpresa.

La sorpresa me la he encontrado en la casa de la esquina de la calle. El método de entrar en ella ha sido el que he seguido con las otras casas. Saltar la valla, mirar si hay alguna ventana o puerta corredera de cristal y romperla. Hasta aquí todo bien, se podría incluso decir habitual, el teme es que dentro de la casa aguardaba una señora anciana que se había convertido en uno de esos monstruos y al oir el ruido de los cristales rotos ha aparecido en la cocina con ojos rojos inyectados en sangre. Por suerte no era muy ágil y me ha dado tiempo a salir a fuera y saltar nuevamente la valla.

Tareas para hoy: Hacerme con un spray o algún bote de pintura o similar para marcar la casa para no volver a entrar en ella.


miércoles, 12 de febrero de 2014

He estado pensando mucho en mi nueva situación. Esta vez tengo que ser más inteligente y hacer mejor las cosas. Recoger víveres y ropa está bien, pero creo que no es suficiente. Debería de tener también medicamentos, gasas y vendas, tampoco estaría mal tener uno o dos libros para saber un poco sobre los medicamentos.

En mi nueva lista de necesidades albergo también la idea de defender esta nueva casa. Intentar vivir el resto de mi vida escondido no es mala idea, pero debería de ser capaz de rechazar un nuevo ataque zombie. Estaría muy bien tener alguna arma, pero no se donde empezar a buscarlas.

Me gustaría también traer a Patricia hasta el garaje de esta otra casa, pero por ahora no se sido capaz de abrir la puerta ya que no he dado con las llaves de la cochera.


martes, 11 de febrero de 2014

Ya estoy instalado en mi nueva casa. No es que me sienta bien haciendo de okupa, pero dadas las circunstancias creo que es lo más sensato.

Además, desde aquí y con un poco de esfuerzo veo la casa de mi abuela, lo cual es bueno por si algún día regresara mi familia. Ahora que se que mi hermana esta viva aún guardo esperanzas de volver a verlos a todos.

He empezado a coger toda la comida y ropa que he ido encontrando en las despensas de las casas vecinas, mi plan es traerlo todo aquí.



lunes, 10 de febrero de 2014

He pasado todo el día inspeccionando las casas vecinas a la de mi abuela y creo que he encontrado una que me gusta bastante.

Está completamente cerrada y tiene rejas en todas las ventanas de la planta baja. De hecho para poder entrar en ella he necesitado subir por una escalera que he tenido que coger del garaje donde está Patricia y trepar por ella hasta el balcón del piso superior, una vez allí he roto el cristal con una llave inglesa que ´había cogido para tal afán.

Mañana haré me trasladaré allí. El olor de muerte aquí es asfixiante.
¿Porqué Patricia sigue viva? En fin, no es que desee su muerte ni nada de eso a pesar de que ella casi con toda seguridad desee la mía, lo que pasa es que no se que pensar.

¿Viven entonces estos seres para siempre? ¿Son inmortales?

Estas y algunas otras preguntas y el insoportable olor a muerte que hay en la casa me han obligado a tomar la decisión de que tengo que cambiar mi residencia. Además ahora que la alambrada ya no protege la vivienda este hogar ya no es tan seguro.


domingo, 9 de febrero de 2014

No quería hacerlo, la verdad es que me daba pánico y miedo entrar de nuevo en el garaje para ver el cadáver de aquella chica atado aún a la camilla. De hecho siempre creí que tras mi accidentada salida de esta casa hacía unas semanas, aquellos soldados la habrían encontrado y disparado matándola como al resto de sus congéneres, pero nada más lejos de la realidad.

Sigue viva, o mejor dicho, sigue muerta, bueno, no sabría bien como definirlo, lo único que puedo decir de ella es que sigue exactamente igual, es bastante evidente que desde mi marcha no ha comido ni bebido nada. Aunque esto, en su nuevo estado,  parece no afectarle en absoluto.

Capítulo 6: Regreso al hogar

El de ayer fue un día horrible. Tres horas después de partir, nos topamos con un grupo de muertos vivientes, era un grupo errante y aunque nosotros teníamos mucha hambre y nos hubiéramos comido cualquier cosa, ellos aun tenían más apetito que nosotros.

En cuanto nos detectaron, se abalanzaron sobre nosotros cual melé en un partido de rugby. Salimos despavoridos y nadie espero a nadie. Por los gritos que oí mientras huía de allí se que por lo menos cogieron a dos miembros de nuestra expedición.

Yo corrí campo a través sin ninguna dirección establecida aunque por aquellas curiosidades de la vida, tras deambular durante toda la jornada, mis gastados zapatos me han traído de vuelta al pueblo de mi abuela.

Aquí todo parece que sigue igual, aunque el hedor y podredumbre de un grupo de cadáveres apilados en la puerta de la casa se acumula e infecta la vivienda.


sábado, 8 de febrero de 2014

Hace dos horas que estamos caminando y todos estamos exhaustos, no solo por el camino recorrido sino también por la falta de alimento.
Nuestro grupo se ha separado en tres. Ayer marcharon un grupo de gente hacia la ciudad en busca de ayuda. Yo no me quise ir con ellos porqué no me pareció muy buena idea salir a fuera cuando sólo faltaban dos horas para que se escondiera el Sol. Además, recuerdo perfectamente, que la última vez que estuve en la ciudad, si no hubiera sido por la velocidad que me ofrecía la moto de mi hermana, me hubiesen cogido los monstruos.

El segundo grupo saldremos ahora en dirección oeste, se supone que a menos de cuatro horas de camino de aquí deberíamos encontrar una plataforma de ciudadanos como la nuestra.

El tercer grupo han decidido esperar aquí hasta que vuelvan los soldados.

viernes, 7 de febrero de 2014

Ayer tras nuestra desagradable sorpresa fuimos hasta la nave que hasta entonces nos había servido de comedor, pero al parecer esto lo habían pensado otros antes que nosotros. Así no queda nada, a penas un par de latas de conserva y que obviamente no dan para todos.

Me duele mucho la tripa.


jueves, 6 de febrero de 2014

Aquí no hay nadie, los militares se han ido.


Ayer hicimos como una especie de reunión todos los de esta nave. No podemos aguantar mucho más aquí cerrados. Todos tenemos demasiada hambre, sed y miedo.

Ya todo el mundo sabe que no hay soldados que custodien nuestra puerta, así que hemos decidido salir todos juntos a la calle y dirigirnos hacia intendencia para intentar averiguar cual es la situación real.

Hemos llegado a la conclusión de que si vamos todos juntos tenemos menos posibilidades de que los militares nos disparen.


miércoles, 5 de febrero de 2014

Creo que todo se está viniendo abajo.

Ayer por la noche vimos a través del escaparate de la tienda como un grupo de soldados acababan con la vida de tres civiles. Aunque por la manera en que se movían estos ninguno de nosotros creemos que aun fueran humanos.

Aquí a dentro casi todo el mundo está rezando en sus habitaciones.

Yo no he querido decir nada, pero desde ayer, ya no hay soldados custodiando la entrada de nuestra nave.


martes, 4 de febrero de 2014

A fuera se oye mucha actividad, me refiero a disparos y gritos.

Desde las ventanas del escaparate de la tienda se ven muchos soldados armados corriendo de un lado a otro.

A través de los cristales he oído que se ha decretado un toque de queda permanente, ningún civil puede salir a la calle, sólo personal militar.

De momento aquí a dentro no ha enfermado nadie más.


lunes, 3 de febrero de 2014

Nos acaban de traer varias bolsas de pan, de pan duro, aunque eso creo que nos ha dado igual a todos. Desde las siete de la tarde más o menos se están oyendo disparos de manera más o menos continuada.


Las cosas se están poniendo muy feas. Esta mañana no nos han traído el desayuno y tampoco nos han traído la comida.

Aquí a dentro se escuchan todo tipo de improperios hacia los guardias que custodian la entrada.


Seguimos en cuarentena, aquí nadie sabe nada.

Esta noche se han oído varios disparos dentro de el complejo. No puedo saberlo con seguridad pero creo que ha sido dos o tres naves más allá.


domingo, 2 de febrero de 2014

Esta toda nuestra nave en cuarentena, no nos dejan ni salir ni entrar a ninguno de nosotros. Dicen por los pasillos que los tres han dado positivo.

No tengo suficiente confianza con ninguno de ellos como para preguntar o entablar una conversación. El ánimo está muy decaído y la gente se ha quedado cada uno en sus respectivas habitaciones. Parece que ahora todo el mundo desconfía de todo el mundo y nadie quiere relacionarse con otros que no sean los de su familia.

La comida nos la han traído guardias con trajes de protección biológica.


sábado, 1 de febrero de 2014

Hace tan solo un rato ha entrado un grupo de militares ataviados con trajes de protección biológica y se han llevado a Revilla, a su mujer y a otro hombre.

Yo no he visto nada, pero por si los rumores que por aquí corren son ciertos, la mujer de Revilla se ha resistido y a atacado a uno de los guardias.